Las ventanas no son todas iguales.
La ventana es un producto que cumple diversas funciones y debe ser resistente a diversos factores (climáticos, de uso, seguridad,etc), por lo que la elección de un determinado modelo de ventana no tiene que basarse únicamente en parámetros estéticos.
Este aspecto es importante, pues generalmente se desconoce que según las características de la ventana se pueden alcanzar notables ahorros en el consumo de energía ó en los costos de calefacción y prácticamente olvidarse de los ruidos de la ciudad agregando doble vidrio.
Destacamos 5 puntos de observación que son claves para elegir la ventana correcta:
1. Observar el espesor de los perfiles que componen la ventana: El espesor de los perfiles varía según su prestación: básica, intermedia o alta. Estas categorías nos ayudan a identificar el nivel de calidad que nos ofrece cada modelo.
2. Chequear el tipo de cierre y accionamiento: (A. central o B. lateral) Nos permite evaluar la facilidad de apertura y el nivel de seguridad que nos propone la ventana; y que nivel de hermeticidad nos va a brindar cada tipo de cierre.
3. Verificar qué tipo de rodamiento posee: En el caso de ser corredizas, debemos chequear este punto ya que de ello depende su calidad de deslizamiento; y observar que las juntas del marco en su parte inferior estén selladas.
4. Observar el tipo de sistema de desagote: (si es simple o doble) Es prioritario en el caso de que suframos de continuas filtraciones de agua; ya que nos va a permitir en caso de lluvias excesivas bajar las probabilidades de entrada de agua.
5. Y finalmente, debemos prestar atención al tipo de vidrio que la compone y su espesor: si es simple o doble, laminado o templado. Elegir una tipología en lugar de otra dependerá del nivel de confort que deseemos obtener.